viernes, 31 de octubre de 2008

Los fiscales son tiroteados


El fiscal de Medio Ambiente Aldo Santos afirma que cuenta con sólo seis fiscales para combatir la tala ilegal y otros delitos en un país cuya mitad de su superficie está cubierta por bosques (unos 6 millones de hectáreas).
“Los taladores ilegales tienen teléfonos satelitales; nosotros tenemos radios que apenas cubren 10 kilómetros y, en determinados momentos, no hay ni cobertura”, asegura el fiscal, quien dice que sus empleados han sido tiroteados por traficantes de madera.
Santos dice que la corrupción en la policía y la agencia forestal Cohdefor, creada en los años 70 para regular la explotación de los bosques, ha agravado el problema de deforestación en la Biosfera permitiendo que se corte el triple de madera de caoba que la autorizada al año por el gobierno (15,000 m3).
Numerosos empleados de Cohdefor han sido procesados por delitos ambientales, favorecer a las empresas madereras y otras irregularidades.
“En mi tiempo se procesaron tres gerentes de Cohdefor por irregularidades de todo tipo”, afirma Clarisa Vega, Fiscal Ambiental desde 1994 al 2003.
Fito Steiner, presidente de la Fundación Pico Bonito, una ONG ambientalista, explica que los bajos sueldos de los policías y los agentes forestales, unos $260 y $450 respectivamente, y las dificultades del trabajo, les hacen presa fácil de los sobornos o “mordidas”.
“La mayoría lo hace por necesidad, para comer. La gente que les deja $50,000 lempiras ($3,200) ese es el problema”, afirma Steiner.
Miembros de las cooperativas de la Biosfera, que extraen caoba con permiso del gobierno, dicen que les da miedo denunciar a los taladores ilegales ante las autoridades porque no se fían de ellas. Adan Ramos, presidente de una de las cooperativas del valle Sico-Paulaya, afirma que cuatro personas han sido asesinadas en los últimos tres años en esa región por denunciar talas ilegales. “Uno de ellos fue a hacer una denuncia a Cohdefor y, cuando regresaba a su casa, lo mataron por el camino”, dice.
Helmut Dotzauer, director de un proyecto alemán que ayuda al gobierno hondureño en la conservación de la Biosfera, con un presupuesto anual de unos $2.7 millones, dice que la Zona Núcleo está “prácticamente intacta” y que la deforestación anual en la Zona de Amortiguamiento y Cultural ha pasado de unas 5,000 hectáreas cuando comenzó el proyecto en 1997 a menos de 3,000 en años recientes, “pero la tala ilegal es un problema que no hemos superado”.

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